Aquí encontrarás el ejercicio perfecto no solo para soltar emociones estancadas, sino también para traer claridad y alivio emocional a tu vida.
Antes de ponernos manos a la obra, me parece importante que tengas una visión general de lo que implica escribir para sanar.
Para ello, quiero empezar resolviendo algunas inquietudes que de seguro vendrán a tu mente en cuanto empieces con este viaje y que son indispensables de abordar.
¿Qué es la escritura terapéutica?
La escritura terapéutica es un método ampliamente utilizado, en el campo de la salud mental, como herramienta para acompañar a aquellas personas que han sufrido un trauma profundo o que padecen de alguna condición emocional o mental debilitante.
Se usa principalmente para mejorar el estado de ánimo y la memoria, motiva a la persona a tomar pasos positivos en su vida y en algunos casos incluso reduce los síntomas de enfermedades crónicas.
En general, (dependiendo de la situación personal) es conveniente realizarlo en un espacio controlado, ya sea con el acompañamiento de un profesional, en sesiones uno a uno, o con en el marco de un grupo de apoyo, pues la escritura terapéutica puede despertar emociones difíciles o experiencias traumáticas.
En general, (dependiendo de la situación personal) es conveniente realizarlo en un espacio controlado, ya sea con el acompañamiento de un profesional, en sesiones uno a uno, o con en el marco de un grupo de apoyo, pues la escritura terapéutica puede despertar emociones difíciles o experiencias traumáticas.
Y ¿Cuáles son los beneficios de la escritura terapéutica?
La escritura terapéutica es una herramienta extraordinaria para hacer conscientes tus pensamientos y sentimientos; te ofrecerá claridad y te ayudará a entender y procesar tu vida emocional.
Además de las bondades que ya habrás rescatado en párrafos anteriores, esta herramienta cuenta con innumerables beneficios; te comparto algunos de ellos a continuación:
- Reduce el estrés y como consecuencia fortalece tu sistema inmunológico.
- Disminuye los procesos de angustia y confusión, ayudándote a clarificar problemas, miedos y preocupaciones.
- Permite organizar las ideas y tomar decisiones desde un lugar de mayor claridad y enfoque.
- Favorece un diálogo interno más compasivo y te da la posibilidad de reconocer pensamientos y comportamientos debilitantes y dañinos.
- Ayuda a regular las emociones y gestionarlas de mejor manera.
¿Te das cuenta?
Sin importar tu situación actual, si eres un ser humano, de seguro disfrutarás de las bondades de la escritura terapéutica.
La cuestión es que, aunque pienses en ti como la persona más objetiva y centrada del universo, puedo decir, sin miedo a equivocarme, que en algún momento de tu vida te has sentido desafiada por una relación o situación incómoda y/o complicada.
Es para esos momentos, para los que te propongo poner en marcha esta herramienta.
Esta te dará no solamente nuevas perspectivas sobre ese asunto que quieres resolver, sino que te lo mostrará desde un punto de vista más empático, tanto contigo mism@ como con los demás.
Por eso, te sugiero que empieces a practicar este poderoso ejercicio de autoindagación para que pongas a prueba las posibilidades de la escritura terapéutica en tu propia vida.
¿Te animas?
Si la respuesta es sí… ¡Vamos a ello!
La Carta del Desahogo
Siendo esta herramienta de 4 pasos el ejercicio perfecto para hacer esa catarsis previa a encontrar posibilidades ante un problema o desafío, lo ideal es que antes de iniciarlo te preguntes:
¿Tengo una emoción incómoda que me oprime el pecho?
¿Hay un conflicto no resuelto que me gustaría liberar?
¿Hay algo que no me perdono y que me impide vivir en liviandad?
Ahora, vamos al proceso…
1. Elige un destinatari@
Al responder a las preguntas anteriores, lo más seguro es que ya tengas al destinatario de tu misiva.
Si no te queda muy claro, el receptor de la carta puede ser cualquier persona o situación, incluyéndote a ti.
Es importante que la escribas a mano para que puedas implicar en la tarea al cuerpo, la emoción y el lenguaje.
2. Fluye con tus emociones
Escribe el número de párrafos que necesites para dejar salir todas las emociones, percepciones y juicios que están oprimiendo tu pecho y nublan tu mente (en relación con la situación elegida).
Dile a esa persona o situación cómo ves lo sucedido y las sensaciones que te provoca.
Transmítele lo que te incomoda, lo que te duele o enfurece, tus miedos, tus angustias, todo.
¡Sácalo todo fuera!
3. Revisa tus propias acciones
¿Lo sacaste todo?
¡Genial!
Ahora sigue escribiendo.
En los siguientes párrafos reflexiona sobre lo sucedido y habla sobre tus acciones.
¿Dijiste algo que no sentías?
¿Hubieras podido reaccionar de otra manera ante lo sucedido?
¿Qué habrías hecho diferente si contaras con la sabiduría del presente?
4. Despídete
Vuelve a leer lo que escribiste hasta ahora.
¿Queda algo más que decir? ¿Qué te falta?
Si encuentras algo más, inclúyelo, si no falta nada, concluye el escrito con unas palabras de despedida que te alivien.
Incluye al menos un aprendizaje que te haya dejado la experiencia vivida.
Cuando hayas terminado, puedes guardar, romper o quemar la carta, lo que a ti te dé sentido está bien.
Repite este ejercicio las veces que sean necesarias, hasta que el asunto sea una prueba superada y sientas que tienes mayor claridad y tranquilidad al respecto.
Recuerda. Esta herramienta, al igual que otros instrumentos que indagan en nuestro interior, puede despertar emociones difíciles o experiencias traumáticas. Hazlo solo si te sientes list@ para afrontar la descarga emocional. Si te das cuenta de que una situación rebasa tus límites y posibilidades, no la atravieses en soledad, pide ayuda.
Gracias por leerme.
Espero que hayas disfrutado este viaje tanto como yo.
Comenta tu experiencia, me encantará aprender junto a ti.
Y, si estás dando tus primeros pasos en este camino de escribir para sanar, te invito a pasarte por esta nota sobre cómo empezar en el mundo del journaling. Estoy segura de que te va a encantar.
La carta del desahogo es un excelente lugar para empezar el camino de regreso a casa. Lo que pude descubrir en sus líneas fue revelador y he logrado soltar mucho lastre del pasado. Gracias por esta herramienta.